Arma de fuego


El arma de fuego es un dispositivo destinado a propulsar uno o múltiples proyectiles mediante la presión generada por la combustión de un propelente.
De este modo se excluyen dentro de este término los dispositivos que lanzan proyectiles por medio de un gas previamente comprimido.
 Algunas armas de fuego están específicamente diseñadas para ser no letales y causar una in capacitación transitoria o tener efectos disuasorios, sirviendo como armas antidisturbios; otras se destinan a usos diversos no vinculados a la caza, el combate o la ejecución.
 A diferencia de las armas blancas, estas armas sí requieren ser cargadas una vez que se quedan sin municiones, para esta función se ha diseñado complementos especiales llamados cargadores (baterías en algunos países hispano parlantes) que facilitan la carga de municiones y la vuelve más rápida; los cargadores están diseñados para maximizar la cantidad de munición que puede llevar el arma y cargarla de la forma más eficiente posible.
A las armas de fuego largas  en algunos casos se les suele agregar una bayoneta, la cual es un arma blanca muy afilada, la cual es utilizada como una espada para el combate cuerpo a cuerpo o en caso de no tener balas; lo cual aumenta el riesgo de peligrosidad de éstas.


En las armas de fuego antiguas el propelente era la pólvora negra, en cambio, en las modernas se utiliza pólvora sin humo o cordita, en algunos casos se usa pólvora negra para las armas antiguas incluso hoy en día por cuestiones estéticas.

Orígenes del arma de fuego
Desde el siglo XI se conocían en China mezclas pirotécnicas de salitre, carbón y azufre que fueron empleadas como explosivos de escasa potencia, y existen también testimonios del siglo XIII que revelan cómo algunas de las mencionadas mezclas fueron utilizadas como propelentes en armas rudimentarias de bambú que lanzaban diversos proyectiles.
Las armas de fuego son herramientas que fueron creadas para la defensa humana. La pólvora y el conocimiento de su empleo explosivo o propulsivo llegó a Europa de la mano de los científicos árabes entre finales del siglo XIII a principios del siglo XIV, donde la referencia más antigua la encontramos en el tratado de Marco Greco, que describe la composición de la pólvora negra.
Existen referencias más concretas en un manuscrito de Walter de Milemete, capellán de Eduardo III de Inglaterra que se remonta a 1326 y en el que aparece el dibujo de lo que es inequívocamente un primitivo cañón. También se conserva un documento florentino datado el 11 de febrero de 1326 en el que se trata de la adquisición de proyectiles y cañones metálicos: «pilas seu palloctas ferreas et canones de metallo».1
Sin embargo, es a partir de la segunda mitad del siglo XIV que se registraron mayores y frecuentes referencias al uso bélico de las armas de fuego, de las que las primeras en desarrollarse fueron las armas portátiles, que son aquellas armas que pueden ser fácilmente empleadas y transportadas por una sola persona.
Al principio las armas de fuego eran poco fiables e inseguras, pero han ido evolucionando hasta alcanzar un nivel de utilidad y practicidad que las han convertido en uno de los medios para herir, asesinar o cazar más eficaces que además puede utilizarse en otro tipo de actividades humanas como, por ejemplo, el deporte.
La rueda dentada, sucesora de la mecha, fue una mejora significativa sobre la mecha en términos de comodidad y seguridad. Funcionan al girarla contra un pedernal y producir chispa. Supuestamente fue inventado por Leonardo da Vinci pero no fue adoptada ampliamente debido al alto coste de los mecanismo de relojería.

Tipos de armas de fuego
Las armas de fuego se dividen en dos categorías principales:
Armas de fuego largas: Escopeta, Fusil de combate, Ametralladora, Fusil de asalto, Subfusil, Carabina, Fusil de francotirador, Fusil de tirador designado, Fusil antimaterial.
Armas de fuego cortas: Pistola, Revólver y Pistola ametralladora.
Una característica importante en un arma de fuego es también el tipo de ánima, el interior del cañón. De si un arma es de Ánima lisa o ánima rayada dependen muchas características importantes para su función.
Armas modernas
 la fabricación y utilización de armas de fuego ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, especialmente desde la invención antes de la mitad del siglo XIX de sistemas verdaderamente eficaces de cartucheria metálica que posibilitaron armas de retrocarga seguras y eficientes por su correcta obturación de los gases en la recámara, Rápida recarga  y facilidad de municionamiento, también destacan algunas mejoras como el uso de municiones perforantes y explosivas, rellenas de mercurio(estas son especialmente usadas por asesinos a sueldo y mercenarios), trazadoras, de cabeza hueca y de fragmentación.
La mejora paulatina de tales armas, causada fundamentalmente por los avances de la técnica bélica y la aplicación de sistemas de repetición, automatismos, pólvora sin humo y aumento hasta límites insospechados para nuestros cercanos antepasados de la precisión y alcance han dado como resultado su amplísima variedad y especialización actual que ha convertido a la empresa armamentística en una de las más desarrolladas de nuestros tiempos, permitiendo a esta empresa ser una gran fuente de ingresos y una importante contribución a la economía global.

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